lunes, 10 de julio de 2017

ENTREVISTA CON NAHUEL GALLOTA por Matías Alvarez

De Devoto a Bogota: Una tarde con un escritor internacional






“Fue una noche, después de hablar con un colombiano, un narcotraficante, que estaba en la cárcel de Ezeiza”, responde Nahuel Gallotta cuando le pregunto en que momento sintió que el tema sobre el cual estaba sobrevolando desde hace varios meses podía ser un libro. El fenómeno de los ladrones colombianos en la Argentina excedía largamente el espacio que podía dedicarle en sus artículos para el diario Clarín. 
La cita con el escritor de “La Conexión Bogota” es en el Café de García, un tugurio enclavado en el corazón de Villa Devoto. El barrio y sus enseñanzas son un tema habitualmente visitado por éste joven periodista y escritor, y es por esto que el lugar de encuentro no pasa desapercibido. Empecé a buscar noticias sobre juicios y detenciones en otros países, y ahí sentí que había un posible tema de libro”, amplía Nahuel en relación a la elección del tema de su primer libro. La investigación demandó casi cuatro años, a lo largo de los cuales este “periodista del malevaje ” (como se define en su cuenta de Twitter) se mimetizo con los sujetos a los cuales quería investigar, siguiéndolos por los bares de Congreso, sus casas en Bogotá o acompañándolos en sus “viajes de negocios” a los EEUU. Afirma que a la hora de invertir tiempo en la producción literaria “antes te arreglabas mejor porque con un trabajo podías vivir bien, pagabas tus gastos y te sobraba tiempo para dedicarle al libro”. No solo de producir la mejor obra posible se tiene que ocupar el escritor, sino que la edición del mismo es un aspecto insoslayable si se quiere llegar a un publico amplio. “A la mitad del libro vino un ex jefe mio del diario Perfil y me dijo que lo quería publicar”, recuerda Gallotta. Previamente se sucedieron infinidad de mails a cuanto editor se cruce en el camino. “Era mi primer libro y yo no tenía un nombre, pero a mi lo que me importaba era laburar cómodo ya que es cuando más periodista me siento”, cuenta el autor. 





El libro salió a las calles en noviembre de 2015 con un título sugerido por Ediciones del Empedrado, la editorial que terminó publicando la obra, pero Gallotta confiesa que el hubiera elegido “Los Internacionales” como título final. Finalmente pudo concertar un trato comercial y literario con su editor en el caso de “La conexión Bogota”, sin embargo reflexiona al respecto : “Si es mi libro yo quiero al menos elegir un par de cuestiones, pienso que deberían ser más nuestros por todo el trabajo que representa en tiempo y dinero lo que es contactar a los entrevistados, visitarlos, desgrabar, entre miles de otras cosas”.



La conexión en la calle Una agradable sorpresa que generó “La conexión Bogotá” fue la recepción por parte de los lectores: un tema poco abordado, con un enfoque muy especifico “desde adentro” y la necesidad de comprender un fenómeno delictivo que preocupaba a los vecinos de Buenos Aires constituyeron un buen argumento para que varios programas de televisión inclusive se interesen en el libro.   


La investigación llegó también al ambiente carcelario, donde Gallotta nos cuenta que “el libro gustó mucho y en algunos lugares se que se turnan para leerlo y se lo van prestando”. Algunos internos incluso le envían fotos al autor con el libro en las manos, y él las publica en su cuenta. Está satisfecho con la devoluciones que recibió por su primer trabajo literario: “Yo no espero la misma evaluación del periodista que del preso, ya que este último no suele leer y con que me diga que lo entretuvo me alcanza”. El libro trascendió la frontera argentina y naturalmente, despertó interés en Colombia. Gallotta está trabajando actualmente en dos proyectos de libro. Por un lado la confección de diez perfiles de mujeres delincuentes argentinas, y por el otro, una suerte de investigación antropológica de un barrio de Santiago de Chile donde conviven “comunistas, obreros, haitianos y ladrones europeos”. "Este libro tengo ganas de trabajarlo por mi cuenta, elegir un editor y el día de mañana ver", comenta el escritor respecto de como imagina la edición de su futuro material. Afirma no tener ganas de llevar su libro a Planeta, por ejemplo, y que "se caguen en lo que a mí me llevó contactarlas, entrevistarlas y desgrabarlas". Afirma no tener pretensiones principalmente comerciales o monetarias, sino literarias: "Yo solo pido respeto sobre lo que escribo". Mientras tanto, en un pabellón. Antes de soñar con la libertad, un poco de lectura. 



pic.twitter.com/GV3Wz83x84 — Nahuel Gallotta (@nahuelgallotta) 18 de enero de 2017 Se forjo ademas una suerte de rito por parte de sus seguidores de enviar fotos del libro desde distintas partes del mundo que el también comparte 

En Santiago de Chile. Las velas son por el dueño del santuario, que anda por Europa. pic.twitter.com/ul72mziL6J — Nahuel Gallotta (@nahuelgallotta) 3 de abril de 2017 

En París. pic.twitter.com/gAvM4y23xU — Nahuel Gallotta (@nahuelgallotta) 18 de agosto de 2016 Somos pocos pero estamos en todos lados. Milán-Mallorca-Barcelona. pic.twitter.com/RXMc7NCEDM — Nahuel Gallotta (@nahuelgallotta) 12 de julio de 2016

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